En el frente, los soldados ucranianos utilizan un término muy gráfico para describir las tácticas de Rusia que enfrentan a diario: los llaman “asaltos de carne”.
Son oleadas de soldados rusos que atacan sus posiciones defensivas, en ocasiones, una decena de veces al día.
El teniente coronel Anton Bayev, de la Brigada Khartia de la Guardia Nacional de Ucrania, dice que en apenas unas horas pueden llegar ola tras ola a las posiciones de primera línea en el norte de Járkiv.
“Los rusos utilizan esto en la mayoría de los casos simplemente para ver dónde está ubicado nuestro equipo de tiro y para agotar a nuestras unidades constantemente”, dice.