Un pasajero murió y decenas resultaron heridos cuando el martes 21 de mayo el vuelo Londres-Singapur se topó con turbulencias sobre Myanmar y fue desviado a Tailandia.
Investigadores en Singapur extrajeron la información almacenada en las cajas negras, que registran los datos de vuelo y graban la voz de la cabina del avión.
Singapore Airlines dijo que está cooperando con los investigadores y brindando apoyo a los pasajeros y tripulantes afectados, incluso con los gastos médicos y hospitalarios, “así como cualquier asistencia adicional que puedan necesitar”.