¡MURO DE LA IGNOMINIA EN LA DIVISORIA!

Así como ocurrió hace ya unos 2 años en la colonia Villahermosa de Tampico, la calle que delimita con Altamira vuelve a ser noticia.

Por Jesús Bravo

Otro muro de la ignominia se levanta en un estado mexicano limítrofe con los Estados Unidos, pero no es en la frontera donde ocurre, sino en la zona más sureña de Tamaulipas: entre las ciudades de Tampico y Altamira.

Así como en el año 2022 causó gran controversia una barda que empezó a ser levantada, y que por fortuna no pasó de ahí, en la calle Divisoria justamente, para dividir a la colonia Villahermosa, de Tampico, del fraccionamiento altamirense vecino, este fin de semana amaneció una obra en proceso, de esa naturaleza, en el extremo opuesto de la vialidad.

Es Calixto Gaspar, vecino del área afectada, quien lo ha informado al reportero: donde termina la calle Burton Grossman (divisoria) e inicia una área pública cercana a los barandales de contención del Libramiento Poniente, se ha comenzado a erigir un muro a base de bloques, “castillos” de concreto y “cadenas” o “zapatas”.

Refiere nuestro informante que él lleva residiendo en la colonia Tampico- Altamira por lo menos una década y jamás había visto obstruido el paso en esa parte final de una rúa que, a fin de cuentas, es vía pública, pero este sábado, al intentar pasar por ahí para atravesar el área contigua y la autopista hacia el sector que está del otro lado, no pudo.

¿La razón? De una acera a otra de la calle, justo donde acaba el pavimento, hay una zanja con lo que será el cimiento de la tapia de block, para lo cual no sólo está listo ya el material a un lado, sino que inclusive fue armada ya la estructura sobre la cual se elevará dicha barda.

Un albañil solitario se afanaba en esas tareas muy temprano, indica la fuente, y al inquirirlo sobre qué autoridad le ordenó trabajar en ello, lo único que atinó a decir fue que el muro será parte de la infraestructura del conjunto habitacional con el que colindará del lado tampiqueño, dado que el plano de la inmobiliaria señala que ahí debe estar cerrada la calle.

Sin embargo, en la banqueta de enfrente es territorio de Altamira y ahí no hay fraccionamiento alguno, sino que está el Palacio de Justicia, y en todo caso la rúa, que entre la colonia tampiqueña Niños Héroes y la altamirense Tampico- Altamira lleva los nombres de Burton Grossman y Juan de Villatoro, es una calle que en los planos urbanos no aparece como cerrada, nos dice.

Explica Gaspar que aún cuando el Libramiento Poniente cuenta con barandales para evitar el cruce vehicular, los peatones y ciclistas, así como gente en moto, atraviesan a diario de un lado a otro de esa autopista: hacia la colonia Luis Donaldo Colosio, aledaña al sistema lagunario, y de regreso.

Pero con la barda al final de la calle Grossman, o Divisoria, o Villatoro, ya no podrán hacerlo, y a la gente le ha surgido la ligera sospecha de que, para poder vender casi como si se tratara de una zona residencial cada casa del fraccionamiento en Tampico, la constructora haya logrado pagar lo suficiente y obtenido el cambio de planos en ambas ciudades.

¿Y por qué lo llaman ahora el nuevo muro de la ignominia? Porque al final de lo que se trata es de apartar a un sector: los del otro lado del libramiento, quienes habitan la colonia Colosio, de la nueva zona residencial que está frente al Palacio de Justicia.

Y ello a costa de afectar también al resto del vecindario: a los que viven tanto en la colonia Niños Héroes como en la Tampico- Altamira, quienes por razones varias, pero principalmente apelando al libre tránsito, usaban a diario esa vialidad para ir y venir de un sector al otro.

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